LOS AMIGOS DE JESUCRISTO

LOS AMIGOS DE JESUCRISTO
UN REGALO DE DIOS PARA LA FAMILIA

martes, 10 de julio de 2018

SABIAS QUE HAY UNA ESPOSA MíSTICA... Parte II.


Aquí estamos con la segunda parte.


3. Miembros de su cuerpo y de su carne: ¿Puede decirse esto de Cristo o de nosotros en nuestra relación con Él? ¿Por qué usó Pablo esta frase tan atrevida?

a) Sin duda, hace referencia a las palabras que dijo Adán cuando Dios le entregó aquella compartiera tan semejante a él.

b) Oh, sí por la misericordia de Dios el que era antes que todas las cosas, a quienes adoraban ángeles y arcángeles, tuvo a bien hacerse carne de nuestra carne, o sea, llevar un cuerpo igual al nuestro, susceptible de sufrir hambre y sed y toda clase de males y necesidades como las que tenemos nosotros, y ¿para qué?

4. Participantes de la naturaleza divina: esto es lo que dice el apóstol Pedro, ratificando estas otras porciones de Efesios inspiradas por Pablo. No podíamos ser como Él si Él no se hubiese hecho como nosotros, y a ello se suma la esperanza de Juan (1 Jn. 3:1, 2). Y todo esto que pertenece al futuro es lo que ya tenemos en esperanza los que hemos creído en Él y hemos sido hechos su esposa mística. Hay miles de personas que tienen una naturaleza física semejante a la nuestra, pero la unión con nuestra esposa terrenal significa una fusión moral de intereses, «lo tuyo es mío y lo mío tuyo». Como explicamos en los comentarios de bodas. Esta es la relación de cada cristiano con su divino esposo, ¿la tenemos? ¿La Iglesia no ha salido como Eva, del cuerpo herido de Cristo? Jesús dijo en la gran prueba a que le sometió Satanás con motivo de la visita de los griegos: «Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva» (Jn. 12:20–26).
5. «Todo lo que el Padre me da vendrá a mí …»: en su oración pontifical, inmediatamente antes de su Pasión, el Señor Jesús dijo: «Padre, aquellos que me has dado …» y más adelante: «Tuyos eran y me los diste …» Antes éramos criaturas de Dios y aún lo somos, porque Dios es el Creador de todo ser viviente, pero por la elección Dios quiso elevar a algunos seres humanos a la más alta de las categorías, por encima de ángeles y potestades, y esto ¿dónde? En los cielos, es cierto, pero esta relación debe empezar en la tierra por una semilla de fe. La apoteosis final debe ser y es ya nuestro privilegio. En el pasaje de Ef. 5, donde el apóstol compara la unión del matrimonio a la de Cristo con su Iglesia, el apóstol dice: «¿No sabéis que no sois vuestros? «Traerá Dios con Él a los que durmieron…», confirmado por 2 Co. 5:1, 6–10. Y añade una frase muy misteriosa: «Nadie aborrece su propio cuerpo, antes bien lo sustenta y regala». Cristo hombre no aborrecía su cuerpo, lo cuidaba y lo usaba para bien. El Cristo espiritual no aborrece su cuerpo, que somos nosotros, los que hemos creído en Él, quiere sustentarlo y regalarlo con manjares espirituales, por esto Pablo nos exhorta a meditar su palabra, a no descuidar los cultos, a recrear y sustentar nuestra alma para que seamos santos y sin mancha delante de él en amor. Algunos dicen: «¡Qué le vamos a hacer, somos así y tenemos que ser así!», pero el divino esposo no se conforma con que seamos así, sino que dice: «Aquellos que me has dado, santifícalos en tu Verdad», o sea, hazles más y más semejantes a Mí, mientras estuve como hombre en aquel viejo mundo manchado por el pecado.
Conclusión:
Podemos decir: “¡Señor, porque soy tuyo y tú me tienes reservado un gran porvenir en los cielos, yo aborrezco lo que tú aborreces; no quiero hacer mi voluntad, sino la tuya!” ¿Podemos decir como el apóstol Pablo: «No vivo ya yo, mas Cristo vive en mí»?
Si quiere recibir a Jesucristo como su Salvador personal, solo tiene que hacer la siguiente oración:
Señor Jesús yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal, creo que eres Dios que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día  Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amen.

Tomado El Punto Cristiano. Por Elsie Vegas

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